Descripción
Desde el punto de vista moral, la tributación no es el fin en sí misma, sino que tiene como objetivo elevar el nivel de vida de la población para lograr el bien común. En ese sentido, buscar la recaudación del modo que sea se traduce en abusos, desvíos y arbitrariedades, además de que el deber tributario siempre se ve mermado si el gobierno no asume correctamente su parte como custodio de los fondos recaudados.
La obra está integrada por cinco capítulos. En el primero de ellos se reflexiona sobre el hecho de que, si bien los impuestos forman parte de aquello que el hombre, individual y socialmente, requiere para alcanzar su perfección a través del bien común, como principio fundamental de la ética tributaria, los tributos no pueden ser una imposición arbitraria de los más fuertes, ni convertirse para los poderes públicos en un medio cómodo para conjugar el déficit provocado por una administración imprudente.
En los siguientes cuatro capítulos, en línea con el pensamiento del profesor Klaus Tipke, se analiza la moral de los actores que intervienen en la relación tributaria (legisladores, Administración, jueces y contribuyentes) a partir de la experiencia de diversos países latinoamericanos, como Argentina, Perú, México y Venezuela.
Finalmente, se reflexiona la importancia de que el cumplimiento fiscal sea colocado frente a un marco de rendición de cuentas que permita a los gobernados conocer qué hacen sus gobernantes con el mandato que les fue dado, cómo administran los recursos que se les entregaron y cuál es el uso y destino de éstos para la satisfacción de sus necesidades.
La presente obra constituye el tercero de los libros que integran la colección “Vía Tributaria” de la Universidad Panamericana, con lo cual reiteramos el compromiso de abrir un espacio de intercambio académico con instituciones de otras latitudes. Estamos seguros de que, en poco tiempo, será referencia obligada para el estudio del Derecho Tributario.